Operaciones

Marcela Cancino, operadora mina Rajo Sewell, Centro Integrado de Operaciones: “Entré a los 44 años a trabajar en minería, jamás pensé que tendría esta gran oportunidad, fue un cambio radical en mi vida”

Con la mirada en las seis pantallas que tiene en frente, una mano en el mouse de su computador y en la otra la radio con la que se comunica directamente con la operación, Marcela Cancino está atenta a los movimientos que ocurren a más de 50 kilómetros de su puesto de trabajo.

“Hace un año estoy en el Centro Integrado de Operaciones (CIO), pero antes fueron más de 10 que estuve en la mina, en el Rajo Sewell, como operadora de maquinaria pesada, me tocaba transportar el mineral”, cuenta. Si bien hoy continúa como operadora, define su rol como despachadora, en el centro tecnológico de El Teniente ubicado en Rancagua, desde donde se controla gran parte de la operación de forma remota.

¿De qué se trata tu trabajo?

Mi función tiene que ver con la producción, soy la encargada de que se muevan los equipos para la carga y descarga del mineral. Mi turno empieza a las 6 de la mañana, para distribuir los equipos para el carguío del mineral, básicamente cargadores frontales y bulldozer. Nuestro sistema de turnos es 4x4, dos días de día y dos de noche. 

Dentro de las funciones del despachador, también debo contestar la radio a los operadores y a quien lo necesite, porque tenemos interacción con equipos menores como camionetas, por lo que debemos estar atentos. También coordinamos con la empresa Link, para hacer el movimiento de los operadores durante la colación. 

¿Cómo llegaste a la División?
Estaba cesante y un día escuché hablar de la inserción laboral de la mujer, así que empecé a averiguar. A través del SENCE supe que había capacitaciones e ingresé al programa Mujer Minera, donde aprendí a ocupar las máquinas jumbo (perforadoras) para mina subterránea. Estando en ese proceso, me dieron la oportunidad de postular a Codelco. 

Yo estudié secretariado, nunca me imaginé llegar acá. Entré a los 44 años a trabajar en la minería, jamás en la vida pensé que iba a tener esta gran oportunidad y me emociona, porque estoy muy agradecida, es un cambio radical completamente, tanto para mí como para mi entorno.

Cuando mi familia supo que quedé en este trabajo, no lo podían creer. Mi papá fue conductor de camión de carretera toda su vida y creo que él tampoco se imaginó que yo iba a entrar a trabajar aquí, menos en un camión más grande que el que él manejaba.

Ha sido una linda experiencia, ya son casi doce años y siento que estoy en otra etapa de mi vida, donde todo lo que he vivido me emociona, estoy feliz de la vida. 

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

La interacción con los colegas desde otra perspectiva. Aquí conocí las otras áreas de producción también, que ha sido maravilloso.

¿Cómo te sientes siendo una mujer minera?

Para mí estar en la minería fue algo impensado. Ha sido un logro personal maravilloso. A mí me criaron a la antigua, con la idea que era imposible que una mujer ingresara a la mina, entonces romper esos mitos me parece espectacular.

¿Qué le ha entregado El Teniente a tu vida?

Todo lo que soy como mujer minera, lo aprendí aquí en la División El Teniente. 

¿Qué consejo de seguridad le darías a las y los trabajadores de la División?

Que es importante que descansemos y durmamos las horas necesarias. Tenemos que pensar que todos los días hay familia que nos espera en la casa, estemos siempre atentos a las condiciones del entorno. 

¿Qué significa para ti trabajar en Codelco, empresa que entrega sus excedentes a todos los chilenos y chilenas?

Lo que generamos acá es para ayudar a la creación de colegios, hospitales y mejorar las condiciones a nivel país. Me parece extraordinario ser parte de ese aporte a través de mi trabajo y lo que entrego.