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Manuel Merino Aguilera, mantenedor experto mecánico MPG, Planta de Molienda Convencional: “Mi consejo es levantarse con alegría, venir a trabajar con gusto y pensar que siempre debemos volver a casa”

Ya son casi 25 años de “plantero” los que lleva Manuel Merino en Codelco División El Teniente. “He trabajado solo en plantas de esta División, conozco prácticamente todo el proceso. Es una experiencia linda, maravillosa”, asegura el hombre de 55 años, quien se desempeña como mantenedor experto mecánico de la empresa MPG, en la Planta de Molienda Convencional.

¿De qué se trata tu trabajo?

Vengo a mantener la planta. En este momento, estamos revisando la red húmeda, la red de agua, del concentrado, vemos las fallas y las reparamos; hacemos la mantención programada y también los “NP” que son los no programados. Por ejemplo, si una bomba se echa a perder, vamos y la reparamos o cambiamos, buscamos los repuestos. Lo mismo con las líneas de agua o correas transportadoras.

Les he enseñado a hartos muchachos. Tuve a cargo tres BEL (trabajadores de Baja Experiencia Laboral) que dos de ellos fueron contratados después. Me dieron las gracias porque les enseñé todo lo que sabía, se alegraron mucho. Y también todo lo que aprendí, fue por la gente que me enseñó.

Hoy somos siete personas en el equipo, que me toca liderar junto a otro compañero y nos repartimos los trabajos. Hay buenos muchachos, han aprendido mucho y la jefatura los ha premiado incluso por desempeñar sus tareas con seguridad, porque eso es esencial para nosotros. 

¿Qué mensaje de seguridad te gustaría entregar a las y los trabajadores de El Teniente?

Levantarse siempre con alegría, venir a trabajar con gusto y pensar que siempre tienen que volver a casa, que hay una familia detrás. Quizás no estén casados ni tienen hijos, pero tienen una mamá y un papá, un hermano o hasta una mascota que los espera en casa. Eso es algo que tenemos que analizar cuando trabajamos, que venimos a desempeñar nuestras labores y debemos volver sanos a la casa.

Trabajo con mi hijo, que llegó de cero y ya sabe harto, se maneja bien, sobre todo en las correas. Ha sido una linda experiencia que no todos pueden contar. Por eso también cuido a la gente lo más que puedo, que no cometan errores, que no les pase nada. Algunos jóvenes vienen con una mirada más temeraria, más arriesgada, no piensan en lo que puede pasar, pero tengo un equipo bastante bueno, con personas de distintas generaciones.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Las correas transportadoras. Es un trabajo bonito y que no es para cualquier persona. Hay que tener interés, porque es un trabajo pesado, pero muy lindo, que no es rutinario. 

Llegué sin saber mucho. Mi conocimiento era lo que había aprendido cuando estudié mecánica automotriz. Aquí gracias a buenas jefaturas y mi esfuerzo, me fui especializando. Hice cursos, leí mucho e investigué. 

¿Qué sientes que te ha entregado la División a tu vida?

Me entregó estabilidad y también valores, que los compartí también con mi familia. Aprendí a valorar las cosas, a ser una persona más generosa con lo que sabía, a entregar mis conocimientos, lo que me enseñaron.

¿Qué significa para ti trabajar para Codelco y que todas las labores que realizas aporten en la generación de excedentes que se entregan a todos los chilenos y chilenas?

Pienso que es bueno, porque el cobre es todo para los chilenos, creo que las personas lo han notado y con el tiempo también incluso los extranjeros lo han valorado, gracias al esfuerzo que hacemos todos.