Luego que en laboratorio se configurara proceso para recuperar ambos elementos, hoy se encuentra en construcción esta planta piloto. La innovación podría generar ingresos anuales de hasta US$ 100 millones.
En los procesos hidrometalúrgicos para la recuperación de cobre existen ocasionalmente otros valores de interés comercial, por lo que su recuperación puede generar interesantes beneficios económicos y agregación de valor a la empresa. Este es el caso de los contenidos de molibdeno y uranio encontrados en las soluciones de proceso de Radomiro Tomic en División Codelco Norte.
En la Gerencia de Extracción y Lixiviación Norte, la recuperación de estos subproductos puede generar importantes ingresos anuales, si se consideran los altos precios que tienen estos metales en el mercado internacional. El uranio se cotiza actualmente en 42 dólares la libra y se proyecta en el tiempo a 60 dólares la libra; es decir, 20 veces más que el cobre. El molibdeno llega a 14 dólares la libra, cinco veces más que el cobre. Si estos precios se mantienen, Radomiro Tomic podría obtener un ingreso anual de 20 a 100 millones de dólares por su recuperación.
Es por ello que en mayo de 2008, Codelco Norte firmó un Convenio de Cooperación de Negocios y Tecnología con la Comisión Chilena de Energía Nuclear, tendiente a recuperar estos subproductos.
En su primera fase, desarrollada a nivel de laboratorio, se logró configurar un proceso para la recuperación de ambos elementos, motivo por el que -y ante los promisorios resultados obtenidos- el vicepresidente corporativo de Codelco Norte, Sergio Jarpa, aprobó el desarrollo de una segunda fase, que consiste en evaluar el proceso desarrollado a nivel de planta piloto. En la actualidad, la planta piloto se encuentra en construcción en Radomiro Tomic y se espera su operación a régimen para fines de año.
“Los procesos desarrollados involucran operaciones unitarias de intercambio iónico, extracción por solventes (SX) y precipitación química. Con esa secuencia de procesos unitarios producimos el ‘Yellow Cake’ y molibdato de calcio o trióxido de molibdeno. Como proyecciones preeliminares, estimamos que podríamos producir 100 toneladas de óxido de uranio (U3O8) y 1.700 toneladas de molibdeno anuales. Con esto, agregamos valor a nuestra producción”, destaca Alberto Cruz, director de Investigación y Desarrollo Tecnológico de Radomiro Tomic.
Si el proyecto resulta exitoso, a futuro se podrá incorporar el uranio contenido en las soluciones generadas en Hidro Sur y Sulfuros de Baja ley. “La Mina Sur tiene los ripios antiguos que vamos a procesar en algún momento y aparece la oportunidad de aumentar los valores. En definitiva es hacer una planta integral en RT para recuperar Uranio y Molibdeno en Codelco Norte”, agrega Cruz.
Geometalurgia, pilar fundamental
Para realizar las estimaciones de producción, la investigación comienza directamente en la mina, gracias al trabajo de los integrantes de la Superintendencia de Geología de RT. Ellos determinan “qué elementos existen dentro de la mina que puedan transformarse en negocio; cómo los podemos recuperar a través de una extracción metalúrgica; cómo están concentrados y distribuidos, y en qué cantidades los encontramos en el yacimiento”, explica Rodrigo Stefoni, geólogo del centro de trabajo Radomiro Tomic.
El profesional destaca que para este proceso se vinculan varias áreas del conocimiento. Además de geología, se integra la metalurgia, para saber cómo puede extraer el mineral en forma económica y rentable, y la ingeniería de negocios, que “hace las instalaciones de las plantas y ve si eso tiene mercado mundial, sus costos y si es viable”, precisa Stefoni.
Las operaciones unitarias desarrolladas en RT consideran la lixiviación en pilas primarias, la lixiviación secundaria de ripios, la lixiviación de óxidos de baja ley y la lixiviación de mixtos, las cuales generan una solución acuosa final que se procesa por SX (extracción por solventes) y EW (electro obtención) para la recuperación final del cobre.
“En estas soluciones se encuentra un contenido atractivo de uranio y molibdeno, lo que agrega valor a este proyecto, ya que junto con el cobre se encuentran en cantidades atractivas comercialmente, de 15 a 20 ppm (partes por millón) de uranio y 20 a 100 ppm de molibdeno, cifras que pueden sonar despreciables, pero dado los altísimos volúmenes de soluciones que manejamos se tornan interesantes y que requieren un tratamiento especial”, detalla Christian Hu, jefe de Unidad de Lixiviación
La planta piloto está en pleno proceso de construcción. Minerva Bobadilla, investigadora de la Comisión Chilena de Energía Nuclear, CCHEN, explica que “una vez que entre en operación, se estima obtener una producción aproximada de 30 kilogramos de diuranato de amonio, o Yellow Cake, y 170 kilogramos de molibdato de calcio”.