El proyecto de jaulas de aleación de cobre para la cría de salmones, que Codelco y socios estratégicos desarrollan en Puerto Montt, se dio a conocer en el Primer Seminario de Marketing Industrial, realizado ayer en el Hotel Ritz de Santiago.
Foto 1 y 2: Víctor Pérez, director de Marketing de Codelco. Foto 3y 4: Jaula de cobre y exterior malla: Jaulas de aleación de cobre cerca de Puerto Montt. |
“Se trata de los primeros desarrollos tecnológicos de aplicación de cobre para el mundo acuícola, en el que se han unido la industria del cobre y la del salmón para desarrollar nuevas oportunidades de negocios que beneficien a todo el país”, señaló Víctor Pérez, director de Marketing de Codelco, en su presentación sobre Agregación de Valor a través de la Sustentabilidad, durante el Primer Seminario de Marketing Industrial.
Codelco fue uno de los organizadores del evento, que se centró en la competitividad, formación y sustentabilidad, buscando aportar al desarrollo de los mercados industriales que nacen desde la combinación de experiencias y conocimientos del mundo académico, gubernamental y empresarial chileno.
En el seminario también se presentaron los casos de negocios de Cemento Melón y DHL; hubo presentaciones de Andrés Concha, presidente de Sofofa; de Álvaro Clarke, presidente del Centro de Gobierno Corporativo de la Universidad de Chile, y Pedro Hidalgo, director del Departamento de Administración de la misma Casa de Estudios.
El caso Codelco
Las actividades de desarrollo de mercado y nuevos usos del cobre son pilares de creación de valor para Codelco y forman parte del modelo de negocios y la sustentabilidad de la empresa en el largo plazo. En esta visión, Codelco a través de su filial Incuba S.A, participa en la empresa Ecosea Farming, junto a socios estratégicos como las universidades de Concepción, Católica de Valparaíso, la Fundación Chile, Sitecna e ICA (Asociación Internacional del Cobre).
Las mallas de aleación de cobre para los sistemas de cultivo a escala industrial (de 30 metros cuadrados y 15 metros de profundidad, con un peso cercano a las 20 toneladas) están instaladas desde hace más de un año en la Bahía de Ilque, X Región, cosechándose con éxito el primer cultivo de salmones en abril de este año.
“El modelo de negocios apunta a arrendar estos sistemas a la industria, manteniendo INCuBA la propiedad del material permanentemente en el tiempo, con la posibilidad de utilizar como colateral financiero los sistemas que se encuentran en el mar. Es un modelo innovador que permite al cobre competir con el nylon, producto que tiene hoy una posición dominante en el mercado”, explicó el ejecutivo de Codelco
Se estima que el potencial mercado para este tipo de aplicación superaría las 15 millones de toneladas potenciales de cobre. “Solo China tiene hoy más de un millón de jaulas y Chile posee más de 16 mil sistemas en uso. El futuro de la alimentación de la humanidad depende en alto grado del futuro de la acuicultura mundial, y el cobre debe jugar un rol central en este futuro,~ aseguró Víctor Pérez.
Jaulas ambientales
Uno de las problemáticas que enfrenta la industria salmonera son las mallas donde crecen los peces, en las que se adhieren algas, moluscos y bacterias que afectan el rendimiento y crecimiento de los salmones. Este fenómeno se conoce como fouling. El uso de jaulas de cobre en Chile es una innovación tecnológica que mejora la productividad, el aspecto sanitario y las operaciones en los sitios de cultivo. En abril de este año ya se cosecharon cerca de 60 mil truchas salmonideas, cultivadas en este tipo de jaulas cerca de Puerto Montt.
Gracias a la cualidad antibacteriana del cobre se evitó totalmente el fouling, bajó la tasa de mortalidad, hubo mejor oxigenación y, lo más significativo, no hubo pérdidas por ataques de lobos marinos, que comúnmente rompen las mallas tradicionales de nylon. La intención es expandir este negocio a otras especies como el atún, el dorado y la corvina.
El cobre es 100% reciclable, por lo que se está apuntando a un modelo de negocios en que los salmoneros arrienden las jaulas por 4 ó 5 años (período de vida útil de la mallas), y luego se recupera el metal para construir nuevas jaulas.