Desde abril de este año, Guillermo Fonseca, jefe de Planificación de la Gerencia de Mantenimiento Mina, realiza, cada viernes, un taller de robótica a estudiantes del Liceo Ernesto Pinto Lagarrigue. Tras participar y coronarse campeones nacionales, el equipo viajará en noviembre al mundial de robótica en la ciudad de Izmir.
Estudiando mucho y aprendiendo inglés. Así están hoy los alumnos del taller de robótica que dicta el tenientino Guillermo Fonseca, en el Liceo Ernesto Pinto Lagarrigue. Esa es parte de la intensa preparación para el mundial de robótica al que asistirán a fines de noviembre en Izmir, Turquía, luego de coronarse campeones nacionales del World Robot Olympiad.
“El invento con el que ganaron el campeonato nacional son tótems láser, que nacen de la motivación de generar barreras de seguridad para evitar accidentes a los que están expuestas industrias como la minería, la construcción u otras, donde es importante contar con alertas en espacios donde deseamos que las personas no entren”, explica Fonseca, jefe de Planificación y Mantenimiento Mina.
David Toro, parte del trío de estudiantes que viajará a Turquía, detalla que “cuando una persona cruza entre dos tótem, se activa una alarma sonora y una baliza, además el sistema envía un mensaje al teléfono del administrador”.
Será esta misma innovación la que llevarán a Izmir. Las expectativas son altas. Los nervios y la emoción, también. “Cada vez que escucho sobre la competencia me siento alegre, no esperaba que quedáramos primeros, porque había grandes competidores. Así que ahora el desafío está en noviembre, en Turquía, para mostrar que en Chile hay robótica y que está avanzando”, agrega el alumno Marcel Quispe.
Francisco Peña, el tercer integrante del equipo, describe su experiencia como “una locura, nunca había competido en algo tan grande. Antes del taller había reparado algunas cosas, pero nunca había armado algo como lo que hicimos, programar o códigos. Ahora vamos con la intención de ganar, mejorando lo que ya tenemos y aprendiendo inglés”.
El taller
Pese al éxito que han cosechado en solo unos meses, el inicio no fue fácil para Fonseca. Ofreció el taller a una serie de colegios, pero no tuvo buena acogida. “No sé si no me creyeron que estaba haciendo esto de forma voluntaria, en mi tiempo libre, o simplemente no les interesó”, dice.
Eso, hasta que llegó al Liceo Ernesto Pinto Lagarrigue y conversó con el director, Cristian Valdivia, quien se interesó de inmediato. Pusieron a disposición la sala de computación y Fonseca realizó entrevistas para escoger a los integrantes del taller. Llegaron más de 40 estudiantes y fueron seleccionados 20. Cada viernes, dedican parte de la tarde a trabajar con circuitos, cables y herramientas.
Como equipo, ya escogieron un nombre y hasta tienen un grito: “¡Somos Laser Shield Chile y trabajamos por un Chile más seguro!”