Operaciones

Francis Berríos, operadora maquinaria pesada Esmeralda: “Me siento orgullosa de abrir un campo para otras mujeres”

Reinvención es una palabra con mucho significado para Francis Berríos. Pasó de ser paramédico a conducir buses para una minera en el norte del país y hoy se desempeña como operadora de máquinas perforadoras en la mina Esmeralda en la División El Teniente.

“Mis hijos me dicen que están impresionados y orgullosos de su mamá, que soy una mujer fuerte y eso me emociona”, confiesa la coyina de 46 años. 

¿Cómo fue ese transitar de paramédico a operar una máquina perforadora?

“Pasamos una experiencia muy difícil. Tenía tres hijos y el menor falleció de cáncer a los nueve años. Nos derrumbamos y no pude seguir como paramédico, sufría mucho al ver a la gente. Entonces me reinventé, hice un curso de conductor profesional y conseguí trabajo en el norte. Entremedio hice un curso para operar maquinaria pesada, porque siempre mi objetivo fue llegar a El Teniente. Postulé y quedé”. 

¿Hace cuánto llegaste a la División y qué labores te tocó realizar?

Llevo dos años y medio aquí, llegué a la mina Esmeralda a Tronadura. Fue una muy buena experiencia, es muy lindo el trabajo que hacen, fue muy interesante y me ayudaron mucho. Después llegué a Perforación, donde opero un equipo que hace las perforaciones en las galerías que luego se cargan con explosivos. 

¿Qué significa para ti trabajar en El Teniente?

Entrar a Codelco me cambió la vida. Era algo que yo quería, estar en una empresa estable y demostrar que donde me pusieran iba a rendir. Porque a mí lo que me gusta es trabajar. 

También era un desafío en mi vida. Mi papá trabajó acá hace muchos años, mi hermano opera palas LHD y tengo dos sobrinas en el programa de Aprendices. Cuando supe que quedé, estaba trabajando en el norte y vivía sola. Me vine de inmediato. Fue muy lindo volver a mis raíces, ver a mi familia todos los días y compartir con ellos. 

¿Cómo te sientes siendo una mujer en el rubro minero? 

Me siento orgullosa, siento que estoy abriendo un campo para otras mujeres. Estoy bien y contenta del puesto que ocupo. Siento que con lo que he aprendido acá, puedo ingresar a cualquier minera de Chile o de otro país. Codelco me ha entregado la experiencia y me capacitaron, me hicieron lo que soy hoy como trabajadora. 

Algo que destaca tu equipo es tu iniciativa para organizar actividades…

Me gusta ayudar a la comunidad. Hace dos años comenzamos entregando cenas a familias de escasos recursos para Navidad, celebramos el Día del Niño con el Colegio Bellavista de Coya y el año pasado fue la Navidad con los niños y niñas de Autismo Rancagua.

Eso sí, las primeras actividades que organizó fueron para sus propios compañeros. 

Empecé acá con los ‘viejos’, a celebrar sus cumpleaños. Me miraban con cara de quién es ella, está loca. Yo les decía que hay que celebrar, que todos lo merecemos, que ellos son personas y no una máquina más o parte de una pala. Para el Día del Trabajador, les saqué una foto a cada uno sin decirles para qué y les regalé una taza con su foto. No sabían qué decir, estaban emocionados.

Ahí vi que ellos también tenían esa necesidad de ser acogidos como personas y que querían participar de actividades. Cuando les dije que me gustaba organizar ayudas para las personas que lo necesitan, todos se motivaron. 

¿Cómo te proyectas a futuro?

Quiero ser instructora en la mina y continuar con estas actividades. Ya me dieron el título de encargada de las actividades en Esmeralda. Me gustaría en un futuro ser líder, supervisora o jefe de turno.