Millones de años antes de que la especie humana apareciera en nuestro planeta, ya existían organismos vivos capaces de extraer metales desde la roca mineral. Se trata de un grupo de bacterias conocidas como quimioautótrofas (seres vivos que pueden cosechar energía a partir de reacciones químicas simples entre compuestos inorgánicos, como el hierro, cobre, o azufre). Estos microorganismos son verdaderos fósiles vivientes, pero extremadamente exitosos como forma de vida, pues se los encuentra en casi toda la corteza terrestre incluyendo condiciones extremas en que ningún otro tipo de organismo puede subsistir. A pesar de las enormes dificultades para cultivarlas en laboratorio, su potencial aplicación en minería, y otras áreas tecnológicas, ha estimulado su identificación y estudio en las últimas décadas. Recientemente, se han dado pasos críticos en el conocimiento de su biología, y Codelco tiene el privilegio de ser parte de un desarrollo que puede cambiar cualitativamente la forma en que el cobre se extrae de la tierra. El proceso convencional de extracción y purificación del cobre consiste en, primero, generar un concentrado de mineral que no es más que mineral muy reducido en tamaño y enriquecido, por flotación selectiva, hasta cerca de un 30% de cobre. Para llegar al cobre con 99,9% de pureza que requiere la industria manufacturera, es necesaria una transformación muy drástica que ocurre en las fundiciones y refinerías. La fundición de metales es un proceso con fuertes impactos ambientales, cuya mitigación involucra grandes inversiones. La mayoría del cobre que se produce hoy en el mundo proviene de ese proceso. Una limitación del proceso convencional de obtención de cobre, crítica para el futuro, es que los costos de producción se incrementan a medida que se reduce el porcentaje de cobre en la roca, aumenta la dureza de ésta y se profundizan los yacimientos. Los millones de toneladas de roca residual que hoy en día deben apilarse como desechos, son verdaderas minas a la espera de una tecnología de extracción que sea económicamente viable y ambientalmente sustentable. ¿Es posible utilizar a estas verdaderas bacterias mineras para extraer el cobre de una manera más sustentable, aprovechando lo que hoy se desecha y con menos emisiones de gases a la atmósfera?. Esta es la pregunta que llevó a Codelco y a la empresa japonesa Nippon Mining & Metals Co. Ltd. a crear, el año 2002, la empresa BioSigma. Su objetivo es incorporar a la minería los más recientes avances de la biotecnología, de modo de hacer sustentable el beneficio de los vastos recursos de baja ley y otros materiales secundarios, y usando procesos que no requieren la etapa de fundición. La inversión materializada a la fecha es de US$ 20 millones, y los recursos comprometidos alcanzan a US$ 16 millones adicionales hasta el 2010. Pasados cinco años desde su creación, BioSigma puede sentirse plenamente satisfecha de sus logros. En septiembre de 2003 inauguró un laboratorio de última generación en materia de genómica y proteómica. Desde allí, gracias a la tarea de un grupo de jóvenes científicos de las mejores universidades del país, de profesionales japoneses y de alianzas con universidades y empresas chilenas y japonesas, se han dado los primeros pasos para el desarrollo y aplicación de la biolixiviación controlada a la extracción de cobre. Desde el punto de vista de la aplicación práctica, en 2007 Biosigma completó la validación de su tecnología mediante un convenio con Codelco, en las instalaciones de la División Codelco Norte, para el tratamiento de minerales sulfurados secundarios y arenas de relave. Los resultados obtenidos han generado un proceso más eficiente que la biolixivación convencional. Al mismo tiempo, se inició la validación industrial de la tecnología BioSigma para minerales primarios de baja ley en una planta piloto en la División Andina. En este último caso, se trata de una pila prototipo de 50 mil toneladas de cobre. En 2007, BioSigma dio inicio a la fase preinversional de la aplicación comercial de su tecnología, además de continuar con la investigación para el desarrollo de la biolixiviación de minerales primarios. De esta manera, Codelco se hace cargo de su compromiso con el futuro, buscando el desarrollo de tecnologías que conviertan las reservas en recursos y al mismo tiempo reduzcan los potenciales impactos ambientales del quehacer minero tal como lo conocemos hoy. |
HITOS DE LA BIOLIXIVIACIÓN Hasta el momento BioSigma ha descubierto y caracterizado tres bacterias lixiviantes, denominadas por los nombres indígenas chilenos Wenelen, Licanantay y Yagán. Actualmente se encuentran en proceso de patentamiento. El primer cátodo biolixiviado se produjo en marzo de 2007 en División Andina utilizando las bacterias de propiedad de BioSigma. Para 2010 se espera que las actividades de BioSigma conduzcan a contratos comerciales con una producción agregada de 100.000 toneladas de cobre fino, utilizando su tecnología en proyectos de los socios y de terceros. |