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Exposición “Sewell, ciudad de ensueños” abrió sus puertas con emotivo homenaje a la memoria colectiva

Gracias a la colaboración entre la Fundación Sewell, la Corte de Apelaciones de Rancagua y Codelco División El Teniente, se inauguró la exposición artística “Sewell, ciudad de ensueños”, un homenaje visual y poético a la vida en la ciudad de las escaleras, creada por dos artistas que vivieron su infancia en el campamento minero.

Con una emotiva ceremonia, se inauguró el miércoles 14 de mayo la exposición “Sewell, ciudad de ensueños” en el edificio de la Corte de Apelaciones de Rancagua, iniciativa organizada junto a Fundación Sewell y Codelco División El Teniente, y que se enmarca en las actividades del Mes del Patrimonio. La muestra reunió el trabajo de dos artistas sewellinos, Liliana Sepúlveda y Héctor Vargas, quienes a través de pinturas, poesías y maquetas retratan la vida cotidiana en uno de los enclaves más emblemáticos de la historia minera de Chile.

La jornada contó con la participación de autoridades regionales, representantes del Poder Judicial, de la Fundación Sewell, artistas y vecinos.

El presidente de la Corte de Apelaciones de Rancagua, Pedro Caro Romero, destacó la importancia de vincular la labor judicial con la comunidad desde un enfoque cultural. “Esta actividad es de gran relevancia cultural y patrimonial para nuestra región. Desde este año quisimos no solo abrir nuestras puertas para el Día de los Patrimonios, sino también organizar una exposición que lleva el arte a los ciudadanos”, señaló.

La muestra invitó a un viaje íntimo por los recuerdos de quienes crecieron en Sewell, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2006. Liliana Sepúlveda, una de las artistas expositoras, explicó que su obra nació del impacto emocional que vivió al volver al campamento tras años de ausencia. “Volver fue muy fuerte. Lloré al ver lo que ya no estaba, pero también me propuse reconstruir con mi arte lo que fue nuestra vida sewellina. Cada cuadro es una historia, una memoria viva”, expresó.

Por su parte, Héctor Vargas, autor de la maqueta expuesta, compartió su experiencia personal en torno al emblemático edificio 405 de Sewell, donde vivió toda su infancia. “Lo hice con pura memoria, porque me crie ahí. Me encanta que ahora otros puedan conocerlo y recordar lo que fue Sewell”, comentó emocionado.

Simón Mackay, jefe de Patrimonio de Fundación Sewell, resaltó que esta exposición marca un nuevo enfoque en la difusión del legado del campamento. “Después de la pandemia nos dimos cuenta de la necesidad de estar más presentes en los territorios. Esta exposición no solo rescata el patrimonio material, sino también la memoria viva de quienes habitaron Sewell”, explicó.

La muestra incluyó códigos QR que permitieron escuchar directamente a los artistas relatando sus procesos creativos y recuerdos, una experiencia que conectó de forma emocional con los visitantes. “Queremos que esta sea la primera de muchas exposiciones que integren a más artistas sewellinos, para seguir mostrando, a través del arte, la memoria de un lugar que aunque deshabitado, sigue vivo en el corazón de nuestra región”, agregó Mackay.