La iniciativa se enmarca en el Procedimiento de Medioambiente y Comunidades (PMAC) de Codelco División El Teniente que promueve la vinculación de las empresas colaboradoras con las comunidades locales para impulsar una operación sostenible.
Gracias al apoyo de trabajadores (as) de la empresa Aura, colaboradora de la Gerencia de Obras Minas, el Jardín Infantil Tricahuitos de Coya alcanzó la tercera etapa para obtener la certificación ambiental del Sistema Nacional de Establecimientos Educacionales (SNCAE). Este paso es clave para promover una gestión ambiental en los centros educativos de la región y con la asesoría, el establecimiento completó su expediente en la plataforma del sistema.
Hasta ahora se han realizado más de 30 actividades relacionadas con el ámbito curricular, la gestión interna y las relaciones con el entorno. Entre ellas destacan iniciativas de reciclaje, celebración de efemérides, plantaciones, limpiezas de basurales, charlas educativas y visitas a la Hacienda Cauquenes de El Teniente.
Margarita Espinoza, educadora de párvulo y directora suplente del jardín, explicó que “nos propusieron postular a este proyecto. Desde ahí, comenzamos a trabajar en muchas actividades. Comenzamos con cajones con tierra en el patio y ahora tenemos hasta riego por goteo. Los niños tienen un sentido de pertenencia a todo lo que se ha logrado mediante las actividades, lo sienten propio. Nos sentimos orgullosos de todo lo que hemos avanzado”.
Esta colaboración se enmarca en el Procedimiento de Medioambiente y Comunidades (PMAC) de Codelco División El Teniente. A través de esta iniciativa se promueve la vinculación de las empresas colaboradoras con las comunidades locales para impulsar una operación sostenible.
Cintya Salas, encargada ambiental de la Obra Preparación Mina Esmeralda de Aura, explicó que “las empresas colaboradoras debían involucrarse con las comunidades y presentar algún proyecto. Acá vimos una necesidad concreta porque en Coya algunos desconocían la certificación ambiental, que son ayudas gubernamentales y como no conocían los requisitos quisimos apoyarlos”.
Aportar a las comunidades cercanas
Niños y niñas del establecimiento participaron en un taller donde elaboraron pomadas cicatrizantes con hierbas medicinales de su propio huerto. A través de esta actividad, aprendieron a reconocer las plantas que ellos cultivan y a transformarlas en productos naturales, fortaleciendo su conexión con el entorno.
Raúl Veloso, trabajador y voluntario en la actividad, valoró que “participar es un proceso enriquecedor. Los niños son el futuro y es importante generar conciencia desde pequeños”.
Valentina Zamora Tapia, encargada ambiental de la empresa, celebró que “ha sido enriquecedor involucrar a los niños, asociándolos al cuidado de la naturaleza. Estas experiencias son muy bonitas porque nos permiten participar con una comunidad y acercarnos a ellos”.