No. Las adecuaciones que División Andina realizará a sus actuales obras mineras Rajo y Depósito de Lastre Norte no afectarán glaciares. Más aún, uno de los objetivos principales de las adecuaciones a las obras mineras es moverse hacia sectores más alejados de la zona de glaciares.

No, la adecuación de las obras mineras mantendrá los consumos actuales de agua debido a que es para continuidad operacional y, por lo tanto, no aumenta la capacidad de producción, factor que determina el consumo de agua. Además, para la construcción, se utilizarán los derechos y fuentes de abastecimiento ya existentes.

Al plantear la adecuación de las obras mineras de manera de alejarse de los sectores de la cuenca con mayor presencia de glaciares y el aumento de la capacidad de acondicionamiento de agua contactada de División Andina, construyendo una nueva planta con una inversión cercana a los MUS$ 200.

Tal como ocurre en la actualidad, todos los residuos serán almacenados en sitios temporales dentro del área industrial, para luego ser trasladados a instalaciones externas autorizadas para esos efectos. Todo lo anterior en el marco de la legislación y los permisos sanitarios vigentes.

Se estima una inversión cercana a los USD 250 millones, la mayoría de los cuales se destinarán al aumento en la capacidad de acondicionamiento de aguas contactadas (captación, conducción y tratamiento). Se estima un periodo de 36 meses de construcción a partir del inicio de las obras.

No. La adecuación propuesta mantiene la capacidad productiva actual aprobada de 92 mil toneladas diarias de tratamiento. No hay aumento de equipos ni de personas en su operación. Además, tanto el tamaño del rajo como la capacidad del depósito de lastre norte se mantienen, dentro de lo ya aprobado.

Ninguno. EL EIA sólo adecua las obras mineras, el resto de la operación de Andina continua sin ningún tipo de variación.

No. El Proyecto de Expansión 244 se retiró del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental en 2015, luego que el Directorio de Codelco definiera no seguir adelante con esa iniciativa e iniciar una reformulación, con menor inversión, plazo de construcción y que se hiciera cargo de los temas ambientales. Ese proyecto de futuro está hoy en etapa de ingenierías y todavía requiere más tiempo para su elaboración y posterior socialización con la comunidad. El actual EIA es solo de continuidad operacional y con adecuaciones específicas en la zona del rajo.

Algunos datos para dimensionar las diferencias:

Sí, se generarán nuevos empleos, pero solo para la fase de construcción del EIA. Se estiman unas 450 personas en promedio, especialmente relacionadas con la construcción de la nueva planta de acondicionamiento de aguas de contacto, considerando profesionales, obreros calificados y operadores calificados de maquinaria pesada como perforadoras, retroexcavadoras, excavadoras y motoniveladoras. División Andina buscará incorporar el máximo posible de mano de obra local calificada. Luego, cuando la adecuación entre en régimen, se volverá a la dotación actual cercana a las 5000 personas, considerando trabajadores propios y de empresas colaboradoras.

No existirán impactos significativos ni permanentes. Los impactos están asociados al aumento marginal de vehículos en el Camino Internacional y al flujo de 450 trabajadores en promedio, en sistema de turnos. De todas formas, el alojamiento y la alimentación del personal de turno será en Saladillo y casinos ya existentes en el área industrial.

El Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental establece que se debe presentar un Estudio de Impacto Ambiental cuando el proyecto o iniciativa genera impactos significativos en el medio ambiente, por muy menores que sean. En ese contexto el EIA de Andina identificó tres impactos significativos, específicamente en la nueva área propuesta del Depósito de Lastre. Tal como lo define la ley, junto con el impacto se proponen medidas para mitigar o compensar:

No. Las adecuaciones de las obras mineras que plantea este proyecto no generarán impactos significativos en la RM.