En su natal Curacaví, la minería no es algo demasiado conocido, asegura Daniela Martínez, ingeniera especialista de la gerencia de Recursos Mineros y Desarrollo, en Codelco División El Teniente. “Curacaví se conoce por los dulces y la chicha, es mucho más agrícola. Y aunque por allá no se sabe mucho de minería, todos conocen Codelco”, asegura.
¿De qué se trata tu trabajo?
La gerencia de Recursos Mineros y Desarrollo (GRMD) tiene el rol de cautelar todos los aspectos del plan de explotación y asegurar la correcta ejecución. Mi rol, particularmente, está asociado a la planificación y actualización de permisos, donde debo ejecutar expedientes ambientales y sectoriales, en sinergia con otras áreas y gerencias, para integrar de la mejor forma el desarrollo de los procesos.
Específicamente, estoy en la superintendencia de Planificación de Agua y Relaves, de la GRMD, pero como estoy involucrada en los permisos, mi trabajo es bien transversal con las distintas áreas, ya que, para operar, necesitamos todas esas habilitaciones, que permiten también el desarrollo de los planes de producción que comprometemos.
¿Cuáles han sido los principales desafíos en tu trabajo?
Hay muchos activos que son de muchos años y eso hace que la operación en sí sea un desafío intenso, ya que siempre debemos seguir mejorando de acuerdo a la actualización de las normativas y requerimientos de la autoridad. Eso implica que también debamos ser flexibles a lo que comprometemos y obtenemos como desarrollo, para tener coherencia en todas nuestras actividades, entre las diferentes áreas.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
El dinamismo y los desafíos que implica, porque siempre estoy viendo cosas nuevas, siempre hay procesos nuevos y también estar conociendo siempre nuevas personas, trabajar en equipo, aprender cosas distintas desde las diferentes especialidades.
¿Cómo llegaste a la División?
Llegué en 2018, a una empresa colaboradora. Ya en 2021 ingresé a Codelco. Soy de Curacaví, y no había escuchado sobre El Teniente hasta que crecí. Curacaví no se caracteriza por ser un pueblo minero precisamente, se conoce por los dulces y la chicha, es mucho más agrícola. Mi familia estaba muy orgullosa, yo me crie con mis abuelos. Allá no se sabe mucho de minería, pero todos conocen Codelco.
¿Qué te ha entregado División El Teniente?
El Teniente es una escuela, tiene muchos procesos, creo que pocas minas en Chile tienen la capacidad de la División, que además de la mina subterránea, tiene una mina a rajo abierto, plantas de distintos tipos, una fundición, extracción por solventes, tranques operativos, tranques antiguos, entonces permite interiorizarse en distintos temas.
Además, estar aquí es un orgullo, porque aportamos a hacer algo mejor para el país y a dar lo mejor que podemos, con la conciencia que lo que hacemos no es para una empresa, sino para todas las personas del país y no solo para quienes viven en zonas mineras.
¿Qué mensaje de seguridad entregarías a las y los trabajadores de El Teniente?
Que desde nuestros distintos roles, todos debemos aportar, que no se nos olvide que nuestro principal foco es la seguridad, en todo lo que hagamos y todo lo que veamos. Siempre hay algo nuevo que podemos aportar, opinar y mejorar en cuanto a seguridad. No dejemos que las cosas se nos hagan comunes, siempre tengamos la inquietud de estar buscando y prensando diferente.